domingo, 11 de diciembre de 2011

Moría por una Sprite, mas o menos a las 6 de la tarde, me re cagaba de sed. Y me des concentraba cada media hora, algunos momentos, solo algunos, la distracción era letal para el cuadro que intentaba hacer progresar, a pinceladas, a trazos. Me distraía Juan, Luna con mucha suerte, porque es tímida, antisocial. Así se me pasaban las horas, con un kilogramo de chistes de Miguel, como también de correcciones.
Definitivamente no era consciente de lo bien que la pasaba en ese mundo. Los extraño amigos.

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