miércoles, 2 de noviembre de 2011

Una vida a base de... cambios

Cuando nací también tenía miedo de salir, de encontrar otras cosas que no se parecieran en nada a lo poquito que la vida me enseñaba. Pero salí. Conocí, y como toda alma... me aferré a algunas personas, a algunas costubmres y lugares, a algunas cosas, chiquitas o grandes. Imaginense cuando uno cambia el auto, suele extrañar el olorcito del otro, o lo blanditos que se habían puesto los asientos. Pero cuando uno cambia de vida, ya no sabe ni qué extrañar. ¿Un cenicero o un amigo? ¿Las alfombras o la mascota? ¿Las calles con palabras o los ascensores?
Sin embargo hoy no extraño el estar dentro de una placenta, ¿Por qué tendría que extrañar ahora lo que hoy es mi placenta, lo que hoy me cubre por completo? Porque aprendí a tallarmelo en la memoria, porque lo convertí en parte de mi piel... Lo llevo tatuado, y yo a los tatuajes les tengo algo de respeto.
La vida para algunos se resume en un reloj de arena, en un símbolo, en un papel, en un proyecto, en otra persona, en un trabajo, en un hijo. Para mi hoy se resume en un viaje, mi mente al menos está compenetrada en concentrarse solo en eso. Aprender a dejarlo todo, así creo que estoy aprendiendo que en algo estuve equivocada: yo no soy lo que me rodea, yo soy yo, y lo que me rodea solo es un tatuaje más, puedo cambiar mil veces de escenario y aun así me seguiré llevando puesta, acompañandome a mi misma en todas mis rutas.
Sin embargo, aunque quiera simplificarlo todo, no puedo evitar que se me haga un nudo en la garganta cuando pienso en la distancia, en no ser ya las cosas que hoy soy, en imaginarme perdida en una ciudad llena de misterios(y de cucarachas por dios que miedo!).
Me late el corazón más rápido, y se me empiezan a revolucionar los bichos de la panza (así les digo yo a los nervios). Es ansiedad pura metida en una de las Constanzas más inquietas y ansiosas.
Deseo con todo mi corazón haber tomado la ruta indicada, que me vaya bien en lo que decidí volcarme. Y sobre todo llevar tatuadas para siempre a mis amigas, a mi familia, a cati, a iris, a mis compañeros de pintura, a mi maestro y a todos aquellos que supieron robarme tiempo de mi vida de la forma más bonita.

1 comentario:

  1. Lo que te voy a extrañar, no, no te imaginás ni un poquito cuanto es.
    Sé que voy a conocer muchísimas personas en mi vida: compañeros de facultad, amigos de amigos, compañeros de trabajo, etc, etc. Pero con Uds, con vos, siento algo distinto.
    Desde que tengo noción de la vida, siempre estuviste a mi lado, en las buenas y en las malas, y a pesar de que no siempre estemos de acuerdo, a pesar de que muchas veces le queramos golpear la cabeza contra la pared a la otra, ni hace falta pedirnos perdón. Sé que no me gusta hacerte mal, ni tratarte mal, y sé que a vos te pasa lo mismo... Es dejar pasar unos minutos, unas horas y ya estar de vuelta haciendo chistes sobre las mismas cosas, o arreglando alguna salida para vernos.
    Estés donde estés, siempre vas a ser un pedacito de mí. Siempre te voy a guardar en lo más profundo de mi ser.
    (Ahora es donde dejo de escribir porque sino me largo a llorar...)
    No quiero que esto suene como a una despedida, porque no lo es ni lo va a ser, es sólo recordarte las mil cosas que ya sabés, pero cada tanto me gusta repetírtelas.
    Te deseo lo mejor en La Plata, confío en que te va a ir bien. Sabés que sos una pintora excelente, más allá de todo lo que te falte por aprender y practicar, lo traes adentro tuyo y te hace feliz.
    Amiga de toda la vida, hermana del alma, te amo... y mucho, muchísimo. Sos una persona hermosa y aunque no me creas, cuando menos te lo esperes, vas a tenerme ahí con un Raid matándote las cucarachas jajaja.

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