miércoles, 22 de junio de 2011

Una vida a base de historias



Tal vez su obra mas significativa durante su vivencia en el sur de Paris, la única que logró vender, la que le sacó por momentos sus dolencias, su soledad (aquella que le generaba depresión en invierno) y que tanto preocupaba a Theo. Amante del sol y de la luz, amante de las caminatas por los campos. Heredero del nombre de un hermano al que nunca pudo conocer. Loco. Fanático, frenético, impulsivo. Sencible. Llego en un momento, cuando culminó sus estudios de pintura, a pintar mas de un cuadro por día. Mantenido y consolado siempre por su hermano, su fiel amigo.

Por hermanos como Theo y por almas como Vincent, porque hasta desde un manicomio supo retratar la luz.

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