miércoles, 1 de junio de 2011

Syd Barret

Las raíces profundas a las que se refiere Gilmour, fueron la repentina muerte de su padre y el estado de sobreprotección al que le condenó su madre desde que era pequeño. Syd, de pelo largo, ojos profundos, solitario, taciturno y con gran afición por la pintura, nunca encontró su lugar en la pequeña población de Cambridge. “Se supone que todo el mundo debe divertirse cuando es joven. No sé porque, pero yo nunca lo hice”. Con 15 años fabricó su propio amplificador. En la secundaria conoció a Gilmour y Waters y, tras formar parte de The Adbabs, germen de lo que sería Pink Floyd, propuso cambiar el nombre de la banda y, así formó una de los grupos más influyentes de la historia musical. The Pink Floyd Sound. Pink, por Pink Anderson. Floyd, por Floyd Council. Los dos, míticos músicos de blues. La suerte estaba echada.

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