Una vida a base de descansar

No se si nauseas pero si me da asco que, aunque vaya contra uno, los descansos deban ser un viernes o un sábado, un domingo para algún raro- no como insulto, pero los domingos tienen ese no se qué que a todos nos adormece y nos llena de depresión. No se puede descansar un lunes y no se puede preocupar mucho uno un sábado a la noche ME INTERRUMPO antes de que usted lo haga, todos lloramos un sábado y nos levantamos felices un lunes, pero... y quiero meter a todos en una misma bolsa, es casi una ley natural que los lunes nos cuelguen las ojeras, se originen magicamente malos humores que el sábado no teníamos, que el viernes a la noche habíamos olvidado.

Y no! no hablo de sucesos que pasan cada un año, década o mes. Pasan cada semana, de cada mes, de toda nuestra vida. ¿Hay excepciones? Cómo negarlo si hasta hombres árboles hay hoy en día, pero... es una realidad intacta y me disgusta... no quiero descansar un viernes, más quiero hacerlo cuando necesite hacerlo, cuando necesite bajarme de este tren de responsabilidades, cuando quiera parar.